La pandemia del coronavirus nos ha llevado al confinamiento y al aislamiento social. El miedo a contagiarnos ha puesto nuestros instintos de supervivencia en alerta máxima.

La distancia social es básica, y aunque la recomendación es continuar con el confinamiento para desacelerar el crecimiento de la epidemia, en nuestro país la vida ha tenido que continuar y eso ha llevado a mucha gente a regresar a las calles y a reactivar sus actividades para volver a la vida productiva. Sin embargo, la vida como la conocíamos ha cambiado y es poco probable que regresemos a ese punto.

La crisis actual no es exclusiva de unos cuantos, y es por eso que, para mantener el bienestar general, es necesario entender que el apoyo y el cuidado mutuo son fundamentales. Por lo tanto, si deseamos superar los retos que nos ha traído la pandemia, es importante que hagamos una revisión de nuestros valores individuales y como sociedad. Hacer uso de nuestra ética personal nos hará mejores miembros de nuestra comunidad y tendremos un rol más activo y beneficioso en la pandemia. Aquí algunos conceptos sobre los que debemos reflexionar:

Seamos solidarios:

Pensemos en las necesidades de la gente que se contagió, en los que no tienen trabajo o en cualquiera que requiera ayuda y que nosotros podamos brindársela. Contribuyamos al bienestar de todos.

Seamos compasivos:

Entendamos la situación de las otras personas y no juzguemos. Eso sólo nos divide y debilita nuestras acciones.

Seamos honestos:

No difundamos información que no hemos confirmado o que resulte alarmante y sin fundamento. Tampoco hagamos mal uso de los recursos destinados a combatir la pandemia; es para beneficio de todos.

Seamos respetuosos:

El slogan Si te cuidas tú, nos cuidamos todos, no podría ser más cierto. Atendamos las medidas de seguridad pensando en nosotros, en nuestras familias, en la persona de enfrente y sus seres queridos.

Seamos responsables:

Evitemos los festejos, salir de vacaciones, asistir a lugares públicos en donde se puedan generar aglomeramientos, etc. y exhortemos a los demás a no hacerlo.

Seamos cuidadosos con nosotros mismos:

No perdamos de vista nuestros pensamientos. Mantengamos una actitud positiva ya que la salud mental que nos procuramos es importante para estar bien, proyectar cosas buenas en nuestra vida diaria y hacia los que queremos.

Aprendamos la lección que el COVID 19 nos trae y trabajemos todos juntos, como un equipo. Pensemos que el objetivo no es no contagiarnos, sino acabar con la propagación del virus. ¡La posibilidad de salir pronto de la pandemia, la tenemos todos en nuestras manos!