Eunice Odio, la gran poeta latinoamericana

Yolanda Eunice Odio Infante fue una reconocida poeta costarricense, nacida en San José en 1919, nacionalizada guatemalteca y mexicana. Hija de Aniceto Odio Escalante y Graciela Infante Álvarez, complementa sus estudios entregándose a extensas lecturas principalmente en el campo de la poesía moderna, marcando así el principio de su obra.

Vocación indudable

Su inquietud por cumplir con su vocación, la llevó a iniciar, alrededor de 1946, un recorrido por Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y Cuba, en donde se instalaba por semanas o meses como periodista cultural, participando en recitales y en conferencias. Al mismo tiempo, la revista Repertorio Americano, fundada por Joaquín García Monge y aclamada por ser un importante foro de discusión para el mundo intelectual latinoamericano de la época, publicó los primeros poemas de Odio. En esos años ella se relacionó con los principales artistas vanguardistas costarricenses.

Premios, obra, vida

Más tarde, en 1947 ganó el Certamen Centroamericano 15 de septiembre por su libro Los elementos terrestres, el cual se publicó un año después, en 1948.

Entre 1952 y 1953, la poeta estuvo en Cuba, donde conoció poeta chileno Alberto Baeza Flores, quien le ayudó a publicar su segundo libro: Zona en territorio del alba (Poesía 1946-1948) en Brigadas Líricas, una colección de poemarios editados en Mendoza, Argentina.

Tras 6 años más de trabajo, terminó de escribir El tránsito de fuego en 1954, dejando Guatemala para residir en la Ciudad de México en un departamento del número 45 de Río Nazas en la colonia Cuauhtémoc. En ese mismo edificio, Juan Rulfo escribió Pedro Páramo. La poeta vivía con su pareja, Antonio Castillo Ledón, productor de programas de radio y que, años más tarde, se convertiría en director de Radio Educación. Durante un tiempo también vivieron con ellos los hijos del matrimonio anterior de él, formando la familia que Eunice siempre añoró. En 1959, después de su rompimiento con Castillo Ledón, decepcionada, se va a vivir a Nueva York.

En 1962, la poeta volvió a la Ciudad de México a su departamento de Río Neva 16, donde organizaba animadas reuniones con personalidades como José Revueltas, Carlos Pellicer, Alí Chumacero, Otto-Raúl González, Ernesto Mejía Sánchez, Augusto Monterroso, Abigael Bohórquez, Gonzalo Ceja, Dionicio Morales y otros más. En esa etapa, trabajó como periodista cultural y traductora de libros del inglés al español. Por otro lado, escribía artículos en los que manifestaba un fuerte sentimiento antiestalinista y anticastrista, lo que provocó que fuera marginada de sectores muy importantes para la actividad cultural y artística de México. Con el tiempo, no tuvo más opción que vivir de artículos firmados con un seudónimo.

Hacia el final

En 1966 contrajo matrimonio con el artista Rodolfo Zanabria, quien más tarde se fue a vivir a París, prometiéndole a Eunice llevarla con él cuando tuviera dinero suficiente. Sin embargo, para 1970 Zanabria ya no la contactaba. El estado de ánimo de Eunice se vio fuertemente afectado y cayó irremediablemente en el alcoholismo. Cada vez recibía menos trabajo y la pobreza se apoderó de sus días.

Eunice Odio murió sola un día de mayo de 1974, a los 54 años. Su cuerpo fue encontrado en la bañera después de una semana de haber muerto. Había obtenido la nacionalidad mexicana dos años antes, en 1972.

A su funeral asistieron algunos amigos y en su departamento, bajo su almohada, fue encontrada una foto de los hijos de Antonio Castillo Ledón, a quienes cuidó y quiso como suyos durante su relación con el productor.