Manuel Felguérez Barra

Nacido en el estado de Zacatecas en 1928, fue uno de los más importantes artistas pioneros del arte abstracto en nuestro país e integrante de la Generación de la Ruptura, movimiento que promovió el rompimiento con el tradicional arte muralista en México.

Su obra incorpora y se apropia del geometrismo-constructivista, así como del informalismo y el expresionismo abstracto. Felguérez tenía una muy particular visión del arte, que, a diferencia de muchos autores de la época, no enfatizaba la Revolución mexicana o la difícil situación que vivían las masas.

Sus creaciones nunca hicieron referencia a la muerte porque decía que para él el arte es vida. Su enfoque siempre estuvo en la armonía visual, y se describía a sí mismo como «productor y vendedor de placer estético».

La invención destructiva

En 1964 Manuel Felguérez creó el mural escultórico La invención destructiva. La obra de 6.50 por 3.20 metros fue hecha de manera especial para ser colocada en el octavo piso del edificio de la Concamin, ubicado en Manuel María Contreras 133, en nuestra colonia Cuauhtémoc. En aquél entonces era Juan Sánchez Navarro el presidente de la Confederación, quien, por su amor al arte, dio su apoyo total para la realización del proyecto.

Sobre el título de la obra, el autor explicó: “¿Cuál era la ‘invención destructiva’? Obviamente la industria. El mural era una insinuación en ese sentido, porque “en esos tiempos empezamos a cambiar la imagen de México del lugar más transparente al comenzar a haber esmog como centro de crítica, que es horrible. Que nos ahogamos de tanto esmog.”

En fechas recientes, el mural fue restaurado con motivo de los 90 años de Felguérez, y como parte de la agenda los festejos por el centenario de la Confederación de Cámaras Industriales.

Hoy en día, la obra es conocida entre las personas que laboran en el inmueble como La máquina del octavo piso.

El Mural de Hierro del cine Diana

Felguérez comenzó la elaboración del innovador mural hecho de chatarra, de 28.5 por 3.85 metros, en 1961 y fue terminado para la inauguración del Cine Diana, en enero de 1962. El esperado día de su develación, el artista y cineasta Alejandro Jodorowsky montó un happening llamado Pánico efímero en el que utilizó el mural como instrumento musical y para acompañarlo, escribió el poema Dinámico para un inmóvil de hierro.

A mediados de los años 90, El cine Diana fue adecuado como un complejo de ocho salas, lo que provocó que la visibilidad del mural quedara fracturada y fuera invadido con los anuncios de las películas que eran recargados e incluso colgados en él. Felguérez pidió la intervención de las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes, sin recibir respuesta.

Finalmente, en 2014, después de muchas negociaciones, la Universidad Nacional Autónoma de México, logró concretar la compra de la pieza. Fue trasladada a las instalaciones del Museo Universitario de Arte Contemporáneo en donde se exhibió como parte de la exposición Desafío a la estabilidad. Procesos artísticos 1952-1967 y donde sigue expuesta para ser visitada y admirada tanto de manera presencial, como en el recorrido virtual de la exposición.

La recuperación del Mural de Hierro y su integración al acervo universitario fue un motivo de gran felicidad para Manuel Felguérez, quien en una de sus últimas entrevistas dijo a su público: “Siempre consideré que el arte es por un lado un diálogo entre el espíritu y la materia, pero también es un diálogo entre el artista y el público, creador y el espectador y para que el fenómeno del arte exista, tiene que haber la comunión entre las dos cosas.”

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