El monumento a Cuauhtémoc ubicado sobre Paseo de la Reforma esquina con la Avenida Insurgentes, en la colonia Juárez, es el que le ha dado el nombre a nuestra querida colonia Cuauhtémoc.

Iniciativa

Don Vicente Riva Palacio fue Secretario de Fomento, Colonización e Industria de 1877 a 1880, durante uno de los periodos de gobierno de Porfirio Díaz.

Con la finalidad de conmemorar el aniversario de la caída de Tenochtitlán y honrar al último de los emperadores aztecas, propuso la edificación del monumento a Cuauhtémoc.

Para su creación, en 1877 se convocó a un concurso público en el que, con el voto de un grupo de destacados escultores y arquitectos, se eligió al mejor de los proyectos que se presentaron.

El ganador fue el arquitecto Francisco H. Jiménez quien ideó para el monumento integrar algunos elementos arquitectónicos prehispánicos, inspirados en las pirámides de Uxmal, Mitla y Palenque.

Río_Danubio_y_Río_Sena

Materialización

La primera piedra se colocó el 5 de mayo de 1878 y después de 9 años, en 1887, el presidente Porfirio Díaz inauguraba el monumento a Cuauhtémoc en la Ciudad de México.

Los materiales que se utilizaron en la construcción del monumento son: piedra volcánica, cantera, mármol y bronce. El escultor Epitafio Calvo creó ocho jaguares de bronce, que flanquean las cuatro escalinatas por las que se puede acceder al zócalo y están ataviados con joyas que nos remiten a las usadas en la época prehispánica.

El monumento tiene una base de 6.20 x 6.20 metros y 11.75 metros de altura, con peso de 350 toneladas; está rematado por la escultura del emperador Cuauhtémoc  creada por el escultor mexicano Miguel Noreña. La pieza está hecha de bronce y tiene una altura de poco menos de cinco metros y su peso total es de 4.2 toneladas. La altura total del monumento es de 16.72 metros.

En los lados del monumento hay dos placas de bronce; en el lado derecho está la Entrevista de Cuauhtémoc prisionero con Cortés, también de Miguel Noreña, y en el lado izquierdo, El tormento de Cuauhtémoc del escultor Gabriel Guerra y el fundidor Jesús Contreras.

Sobre cuatro tableros de mármol se inscribieron los nombres de Cuitláhuac, Cacama, Tetlepanquetzal y Coanacoch, quienes fueron compañeros de lucha del gobernante azteca. Los nichos laterales muestran armas como las pertenecientes a las órdenes militares de los guerreros águila y los guerreros jaguar.

Río_Duero_y_Mississipi
Río_Duero_y_Mississipi

El monumento a Cuauhtémoc y la ciudad

En 1946 el arquitecto Mario Pani (https://www.residentescuauhtemoc.mx/mario-pani-en-la-colonia-cuauhtemoc/) realizó el proyecto de Paseo de la Reforma e Insurgentes, planeando construir una enorme plaza con distribución vial. En 1949 el monumento fue movido al punto exacto de la intersección de ambas avenidas. El proyecto de Pani no se realizó, pero el monumento quedó en su nuevo emplazamiento, con poco espacio reducido y sin área peatonal.

En 2004, como parte de los trabajos del Programa Integral del Corredor Turístico y Cultural Paseo de la Reforma-Centro Histórico de la Ciudad de México, el Gobierno de la ciudad decidió regresar el monumento a Cuauhtémoc a su lugar original, con el fin de devolver su relevancia en el paisaje urbano.

En los últimos años el monumento ha sufrido daños a consecuencia de robos de pequeñas piezas y más recientemente, la mutilación de las patas de algunos de los jaguares. El Instituto Nacional de Antropología e Historia ha hecho ya la evaluación de los daños para dar paso a la restauración de las piezas afectadas y regresar el monumento a Cuauhtémoc a su estado original.

Los residentes de la colonia Cuauhtémoc, nos sentimos orgullosos de poder llevar el nombre de un gran emperador azteca que ha sido representado en un bello monumento, del que estamos seguros, pronto recuperará su grandiosidad.

Si quieres leer más sobre la historia de nuestra colonia, visita la nota Colonia Cuauhtémoc: Breve recorrido por la historia de nuestra colonia